Como acabamos de mencionar en el artículo anterior, la
mínima profundidad de campo hace centrar la atención del sujeto con respecto al
findo, abstrayéndolo y haciéndolo de esta forma el protagonista de la
fotografía.
Si el fondo está ocupado o puede distraer al sujeto. La
elección de una apertura más amplia, por ejemplo f/5.6 a menudo producirá
mejores resultados.
Incluso si el fondo no está muy borroso, la restricción de
la profundidad de campo separa el sujeto del entorno, aislándolo de los
elementos que distraen.
Si el fondo no está lo suficientemente borroso, pida al
sujeto dar un paso hacia delante, para aumentar así la distancia entre el
fondo, el sujeto y el objetivo.
También puede cambiar a un objetivo con mayor distancia
focal, ya que esto se traducirá en menos profundidad de campo en la misma abertura,
aunque tendrás que situarte más lejos del modelo para mantener la misma
composición.
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